Nadie se va –o muy pocos– del lugar donde ha crecido, tiene a su familia, a sus amigos, sus raíces, si no fuera por obligación. Y esto último siempre va asociado al trabajo. Por eso los que han tenido que hacerlo ven clave para evitar esa fuga de un talento que tan bien le vendría a Asturias recuperar que haya incentivos para no tener que irse. Y estos son oportunidades de trabajo y que éste sea de calidad, además de la posibilidad de hacer carrera, es decir, de poder evolucionar profesionalmente. Así lo pusieron de manifiesto tres profesionales asturianos en esa situación, la de emigrantes retornados o en vías de hacerlo, durante el encuentro «Asturias, tierra de retorno», organizado por LA NUEVA ESPAÑA con la colaboración del Gobierno del Principado